Una yogurtera es un electrodoméstico de baja resistencia que se usa para preparar nuestro propio yogur de forma natural en casa de manera segura. Crea el ambiente propicio para la proliferación de bacterias y fermentación de nuestra mezcla para lograr el producto final: el yogurt.
Si bien es cierto que podemos hacer nuestro yogurt en casa sin el uso de una yogurtera, hay que tener mucho cuidado con la elevación del calor de nuestra mezcla para no matar los probióticos y poder lograr un resultado delicioso y nutritivo. Además, dependiendo el clima del lugar donde vivimos también influyen. Es decir, si nos encontramos en invierno, lo más probable es que no logremos mantener por 8 horas una temperatura de 30 grados necesarios para conseguir nuestro yogurt artesanal.
¿Cómo uso mi yogurtera?
Pondremos los envases con nuestra mezcla en partes iguales en los envases de nuestra yogurtera pero son taparlos. Durante la cocción es importante que no estén tapados de forma individual, pero sí con la tapa grande de la yogurtera para mantener el efecto sauna que permite la fermentación del yogurt.
Una vez que termino el proceso de fermentación (8 horas) procedemos a sacar los envases de la yogurtera y colocar las tapas respectivas para luego guardarlas en la nevera. Este paso es importante porque detiene el proceso de fermentación y evitamos sabores ácidos en nuestro yogurt.
Es importante recordar que nuestro yogur elaborado con Flora Interior, al no llevar conservantes, tiene un tiempo inferior a los productos industriales que solemos comprar en supermercados. Sin embargo, tapados y guardados en nuestra refrigeradora tendrá un tiempo de vida de, aproximadamente, unos 10 días.